jueves, 31 de diciembre de 2015

La Música y el Sonido en el Cine

¿Qué es el Cine?

Columnista: Ricardo Navarrete

La música en el cine sonoro es un gran pilar con el que se juega a la par para crear imágenes, y es de suma importancia poner atención a la producción sonora.

Nos hemos ya situado un poco en contexto del origen del cine. Pensar que desde el hombre prehistórico existen huellas de una representación del mundo en imágenes nos transportan a pensar que seguimos[1], por más que pasan los años, buscando representaciones, tocar al otro con esas representaciones, dejar huella de nuestro paso por esta dimensión, trascender como reflejo de la humanidad etc.

El aparato que evoluciona tecnológicamente se convierte en nuevas formas de expresar esas sensaciones al vernos en la maravilla del mundo. Por ello es que el ser humano en uso de sus características como especie crea las artes y las formas de transmitir sus sensaciones a través de ellas, que sirven de fuente para nutrir al cine. 

Los artistas son el Víctor Fankenstein, y el cine su creación viva. 

Por lo tanto, si intentamos acercarnos al cine, tanto como autor o espectador, es necesario acercarnos a las demás artes y al cine, siendo el arte que responde a nuestra época. Por ejemplo, pensar la música como aquellos sonidos que nos provocan sensaciones y que compuestos armónica o des-armónicamente expresan situaciones que transcienden en otros. Así por ejemplo en la música clásica se plasmaban historias, externas o personales, que según las sensaciones experimentadas se escuchan reflejadas mediante el sentido del oído, y que a su vez, generan imágenes en nuestra mente.


Para ejemplificar más específicamente, podemos tomar a Beethoven como reflejo de la sensación musical. Su vida, frustración y melancolía se encuentran a lo largo de su obra. Es menester conocer la vida del autor para clarificar todas aquellas sensaciones que nos provoca al escuchar sus composiciones[2]. Aquel vaivén de emociones de la frustración a lo espiritual, de la tranquilidad a la agonía etc. No obstante, con sólo dejarnos llevar por su música podemos experimentar esas sensaciones y formarnos imágenes que nos afectan.

Así estas imágenes que produce la música desde la sensación son ocupadas en el cine. Desde que el cine se producía silente, ya se pensaba desde la música: Berlín, Sinfonía de una gran ciudad (Walter Ruttmann, 1927), El hombre de la cámara (Dziga Vertov, 1929), Un perro Andaluz (Luis Buñuel, 1929) etc. la musicalización es indispensable para atrapar por completo estos films proyectados. De esta forma, la música en el cine sonoro es un gran pilar con el que se juega a la par para crear imágenes, y es de suma importancia poner atención a la producción sonora; a las imágenes sonoras que genera el cine, y que no solamente se reduce a lo musical, sino a los sonidos en general y que nos afectan de cierta forma cuando están pensados para un film en específico ya sea en un plano, en una escena o secuencia.





[1] La caverna de los sueños olvidados
[2] Steinnitzer, Max., Beethoven,  F.C.E., México, 1953.

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