lunes, 4 de abril de 2016

Lafarga se despide con una Varieté de Circo

Presentación de “A la Chance” 
Lugar : Foro Periplo 
Texto: Carmen De La Torre 
Foto: Nidia Beltrán


El arte une a todos, crea comunicación y nos ayuda a experimentar emociones en cuestión de segundos. Foro Periplo siempre ha sido partícipe de todo este proceso, es un lugar que si tuviera que ponerle una descripción sería la de una bomba de arte muy íntima. Es increíble la magia que puede pasar dentro de muros, dentro de un lugar y en el espectáculo de “A la Chance” que tuvimos la oportunidad de presenciar este sábado. 

Ed Lafarga es un chico que maneja la cuerda lisa y que se ha estado abriendo puertas dentro del medio circense, ahora tiene la oportunidad de viajar al extranjero para seguir sus sueños; con el fin de recaudar fondos, sus amigos, sus compañeros y él decidieron montar el espectáculo de “A la Chance” donde nos tuvieron a todos cautivados con sus diferentes talentos. 

El manejo de luces siempre es fundamental, genera una atmósfera junto con la música adecuada (o muchas veces con el mismo silencio). En esta presentación las luces iban de cenitales precisos mientras una chica seguía una armoniosa coreografía aérea, a luces tiernas y difusas que después cambiaban y daban pie a un foro completamente iluminado, para luego poder apreciar un numero de malabares con pinos blancos. 

Los actos fueron variados, al igual que las actuaciones donde había varios toques de comedia que encendían risas entre el público. La mezcla de estos diferentes factores ayudó a que el espectáculo se volviera muy amigable, pero siempre poniendo en primer plano lo artístico. Danza aérea, malabarismo, straps y baile fueron algunas de las cosas que estos chicos lograron hacer brillar en el escenario. 

El último acto, que era el más emotivo en el ambiente fue el de Lafarga, quien al salir empezó a ser cubierto de cinta por sus diferentes amigos, todos dejando un pedazo de ellos en él. La cuerda lisa tomó protagonismo cuando la luz bajó en cenital sobre ella, de la oscuridad Lafarga se incorporó al circulo de luz. 

Estaban sólo él y su cuerda. Mientras subía la cuerda iba dejando atrás los pedazos de cinta, la cual caía lentamente al suelo. Fueron minutos de silencio entre el público mientras todos miraban al artista, cautivados y maravillados. Al bajar de la cuerda, con un cierre muy simbólico, Lafarga y sus compañeros de espectáculo fueron caminando entre el público mientras pegaban pedazos de la cinta a la audiencia. Para así dar una interpretación que a pesar de que el arte fuera momentáneo, siempre queda un pedazo de la experiencia en aquel que lo pudo percibir.

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