Miércoles, 17 de Febrero 2016.
MULUK
“El Barco Fantasma”
Lugar: Carpa Dragón
Texto: Carmen De La Torre
Foto: Emmanuel Moreno
El piso vibraba mientras la gente iba caminando a tomar sus
asientos, había olor a palomitas de maíz, se escuchaban murmullos, parejas
iluminadas por las luces blancas que recorrían como faros el lugar, niños
tomados de las manos de sus padres y el cosquilleo constante en el estomago de
emoción. Diferentes acciones y sentimientos ocurrían debajo de la Carpa Dragón
el Miércoles 17 de Febrero mientras la gente se preparaba para la función de
MULUK “El Barco Fantasma”.
La gente se ponía cada vez más ansiosa y el punto máximo
llego cuando por las bocinas pudimos escuchar “Damas y caballeros esta es la tercera
llamada, ¡Comenzamos!“ y como si hubiéramos entrado a otra dimensión las luces
se tornaron azules, el humo comenzó a esparcirse en el escenario como si se
tratase de una neblina en alta mar y pudimos sumergirnos en las profundidades
del océano, en las cuales nos presentaron a esta diosa de cabellos y atuendos
blancos, mientras era acompañada por una voz en vivo de una mujer caracterizada
de sirena.
Después de haber entrado a las profundidades regresamos a la
cubierta de un barco muy peculiar, en el cual nos encontramos con diferentes
personajes de la tripulación; desde piratas montando tiburones, otros paseando
en monociclo mientras ofrecen los mariscos más frescos, hasta una imponente
capitana capaz de tirar por la borda a cualquiera que la desafiara.
Se podían escuchar las risas agudas de los más pequeños en
la audiencia cada que estos divertidos piratas recorrían el lugar, visitando
asientos en el público, brincando en mesas o haciendo malabares con las cosas
que tuvieran a su alrededor.
Se hacían diversas coreografías de baile en el barco que
invitaban al público a formar parte del ambiente, se incluía a la gente para
hacerlos sentir que realmente están dentro de esta fiesta en la cubierta
mientras luces moradas bailan alrededor del lugar.
Seguido de esto la emoción aumentó cuando comenzaron los
actos circenses en donde se veían involucrados aros que giraban por todo el
cuerpo de una contorsionista; otros donde la fuerza se veía desafiada por dos
hombres que trataban de probar cual pirata es el más rudo mientras luces rojas llovían
sobre el escenario; hasta momentos de angustia donde el cocinero de la
tripulación trato de equilibrar un monociclo con la cabeza mientras estaba
sobre tres bancos, los cuales a su vez estaban sobre un cilindro en una mesa
más grande.
Siempre hay un momento en estos eventos donde todo se
congela, donde se te olvida el impulso mecánico de respirar y donde todo se vuelve una fotografía, una
que quisieras que durara hasta la eternidad. Ese momento llegó cuando nos
adentramos de nuevo al fondo del mar, cuando el azul nos rodeo y
volvió a aparecer la diosa de cabello y atuendo blanco; la misma diosa de la
cual la sirena cantaba leyendas. Apareció rodeada de una red de pesca blanca,
la cual sujetó a unos ganchos y se enredó en ella mientras subía con
delicadeza. Una vez en aire se paseaba como si flotara, se columpiaba, sonreía
y miraba todos aquellos rostros que se tornaron azules por la luz. Todo se
congeló en el momento en que, con la red construyó una especie de capullo en el
aire y se quedo ahí por unos instantes. Ahí es cuando uno se daba cuenta de
por qué el color blanco, no sólo era una diosa, ahora nos dábamos cuenta que esa
red había tomado una forma de ostra y dentro de esta se encontraba una perla;
una pequeña, indefensa, pero hermosa perla de mar, buscada por todos los
piratas pero protegida por aquella coraza que no dejaría entrar a nadie, ni
siquiera a el arpón más hostil .
En “El Barco Fantasma” el público siempre tiene un nivel de
importancia y participación muy notorio, la mayoría del tiempo había
interacción con la audiencia y en más de una ocasión pasaron voluntarios al
escenario. Cada que alguien del público pasaba, la gente se emocionaba todavía
más porque si ponían a este individuo a hacer una tarea y la realizaba
exitosamente toda la gente lo sentía como un logro comunitario, porque el apoyo
estaba ahí, se creaba un ambiente de unión, se creaba empatía hacia ese individuo
que representaba a cada uno de nosotros en la audiencia. Eso era magia, el que
en una función logren crear empatía general hacía alguien que no habías visto
jamás, pero que apoyabas y vitoreabas junto con él sus logros es crear magia,
es generar sentimientos más allá del entretenimiento. Es generar una vitoria en
común que une al público y a la obra.
Álbum de Fotos
Álbum de Fotos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario