martes, 8 de marzo de 2016

FICG 31: Heidi

Texto: Carmen de la Torre

Película: Heidi
Director: Alain Gsponer
País de origen: Suiza


El día viernes 04 de marzo se dio cita en el Auditorio Telmex para la inauguración del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). El evento se dividió en varias partes, siendo la proyección de la película “Heidi” la parte final.


Suiza es el invitado de honor del festival y qué mejor que comenzar con una película tan fresca como lo es “Heidi”. Bajo la dirección de Alain Gsponer, director suizo-alemán, la película nos ofrece un modo diferente de ver este personaje que todos conocemos de las series animadas de antaño, dándole un giro diferente y volviéndola live action.

La película narra la vida de Heidi, una niña que se ve dejada al abandono y que va de casa en casa hasta llegar con su abuelo, un anciano gruñón que vive en una montaña alejado del pueblo. Desde el inicio conocemos el rechazo que el tiene por la niña, ya que siente que es una carga más, pero luego nos vamos dando cuenta de cómo la pequeña va ganando el corazón de los nuevos personajes que entran a su vida. Esto le ayuda cuando conoce Klara una chica rica que se ve encantada con la personalidad y la compañía de la niña. Juntas aprenden y descubren cosas que no sabían eran capaces de hacer.



En “Heidi” podemos apreciar una fotografía muy nítida, muy fantasiosa y con una gama de colores extensa. Los colores son clave en esta película porque nos van a hablar de estados de animo, nos van a dar a entender con estos lo que significa cada lugar para nuestra pequeña protagonista. Un ejemplo de esto es cuando ella esta en la granja de su abuelo, vemos colores muy vivos, verdes saturados, azules que te envuelven, blancos como porcelana y mucho contraste en la imagen.
Luego entramos a el pueblo, un lugar que no ha sido amigable para Heidi y donde la película nos hace sentir incluso incómodos, éste se representa con colores fríos, con tonos azules, grises y lugares donde la sombra domina.

Los planos en la película ayudan mucho, la mayoría son generales, pero pienso que es por lo bello del lugar donde se rodó, con panoramas increíbles, montañas, explanadas o casas  gigantes es claro que los planos generales son de gran relevancia. El contexto en donde nos ponen y lo mucho que nos ayudan a sentirnos parte del entorno hace que uno se sienta dentro de la pantalla.

No puedo dejar de lado que durante la proyección  me dio una sensación de estar viendo una película con el estilo que últimamente usa Disney para las adaptaciones de sus películas animadas a live action; siento que incluso los personajes, los arcos que estos tienen (el cambio del personaje durante la película), la fotografía y la narrativa se ven inspirados en este tipo de adaptaciones.  No creo que sea bueno o malo, todo en el cine depende de gustos, pero fue inevitable la sensación.

Creo que más allá de la narrativa o la melancolía de recordar a esta niña y su vida con su abuelo, lo que más se rescata en la película es la fotografía y la iluminación; estos dos aspectos levantaron la historia y le dieron mucho poder a la narrativa. 

“Heidi” es una propuesta muy interesante sobre un lado del cine suizo, la elección de proyectarla en la inauguración fue acertada ya que es una película muy amigable para el espectador y fue  fácil de digerir.

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