En mi visita a San Miguel de Allende recorrí algunas de las salas del Centro Cultural El Nigromante. La exposición más grande en ese momento era una de Lena Bartula, una artista estadounidense que se mudó a México desde el 2004. Ahora vive y crea en San Miguel de Allende, y de unos años para acá ha investigado y recreado en torno al huipil de la indígena mesoamericana.

El huipil es una prenda de vestir de varias civilizaciones en las que la mujer -dentro de su papel oprimido y silenciado- podía expresar e ilustrar historias personales y colectivas por medio del bordado.

Entonces, la voluntad de Lena Bartuela de re-crearlas en diferentes soportes, intensificando su dimensión expresiva y significativa, y exponerlas en una sala de museo, las paraliza, las convierte en una mirada de lo que realmente son.
En su exposición, aunque los soportes fueran los mismos: en forma de un huipil, forma rectangular con un agujero al centro, las piezas mostraban dolores, recuerdos, ilusiones... Con una conexión con lo textil, por medio de hilos que unían diferentes partes de la obra, se mostraban diferentes materiales componiendo las prendas.
Negativos de fotografías mostraban los recuerdos que llevamos con nosotros, esas imágenes petrificadas en nuestras mentes. Etiquetas de marcas de ropa transnacionales o diferentes billetes de la banca mundial encontrados en una misma pieza textil, donde se encuentran las culturas y se juega la ley del más fuerte; del más rico.

Un huipil compuesto por cierres, que abiertos dejaban ver frases que quedan en lo hondo de nuestra garganta, voces acalladas por la presión de nuestro alrededor, por el miedo, por la opresión.
Esta exposición se presentó como tributo a las mujeres creadoras, mujeres artesanas y artistas, cuyas voces han sido silenciadas a lo largo de su historia.
Álbum de Fotos
Hola Nidia, gracias por incluirme en tu blog, muy amable. Y eres gran escritora.
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