viernes, 29 de enero de 2016

El Montaje

¿Qué es el Cine?

Columnista: Ricardo Navarrete

Los artículos anteriores nos han situado ya en concebir al cine como un Aparato que afecta la percepción de nuestro entorno. Esto nos ha construido una base que me parece necesaria y que debería considerar todo espectador, independientemente de que esté en su interés dedicarse al cine o no, es decir, al ser parte del cine en la relación que sea, debe volverse nuestro deber cuestionarnos e informarnos sobre lo que estamos presenciando y nos afecta para obtener argumentos sólidos y necesarios para poder emitir un juicio serio y con conocimiento que haga de la experiencia algo más gozoso.

Ya que el cine funciona como movimiento, identifiquemos qué le da el movimiento al cine y cómo funciona: el montaje. Con la llegada de las vanguardias artísticas llegan los primeros estudios del montaje en la imagen, que surgieron en la pintura[1] cuando fueron obligadas por la tecnología a repensarse a sí misma. Algunos ejemplos de esto son: el collage, las pinturas futuristas que buscaban expresar el movimiento, o el cubismo que muestra distintos planos de un mismo objeto en una sola imagen. Así, cuando la fotografía logra tomar movimiento en la evolución de los aparatos (cámaras y proyectores) y experimentos artísticos, la percepción del entorno cambia y causa efectos de los cuales somos parte hoy en día. Basta regresar el tiempo, aunque sea en nuestra imaginación, para ponernos en el asiento del espectador de la primera proyección de los hermanos Lumière: La llegada del tren (1895) y entender la razón de por qué cuando la pantalla fue encendida y experimentaron la primera imagen en movimiento los espectadores, no tuvieron otra reacción más que la de levantarse de sus asientos y correr a los lados.

Si bien el primero que experimentó con el montaje -para dar un efecto de ficción separándose del documental- fue Méliés: El viaje a la luna (1902). No obstante, autores de obras cinematográficas que hicieron tratados sobre el montaje desde el descubrimiento del cine son los vanguardistas que surgen de la atmósfera del Constructivismo Ruso: Vsévolod Pudovkin, Dziga Vertov y Sergei Einseinstein por mencionar a  algunos.


El término montage, de la lengua francesa, tiene su origen en el uso teatral y de esta fuente fue  adaptado por aquellos vanguardistas y dramaturgos rusos que luego se convirtieron en los grandes directores y tratadistas cinematográficos: Pudovkin y Einseistein. Es por ello que se les atribuye a estos autores vanguardistas el sentido estético del montaje: La afirmación del montaje, como la máxima expresión de efectividad, ha llegado a ser el axioma indiscutible, sobre el cual se ha levantado la cultura universal del cine[2].

Del teatro toman el término de 'montaje' los vanguardistas y dramaturgos rusos: Pudovkin y Einseistein, que luego se convirtieron en los grandes directores y tratadistas cinematográficos.

Pero lo que intentamos acá es resaltar la función del montaje, y existen distintos tipos, pues son diferentes las formas de transmitir ideas cinematográficamente. El montaje puede entenderse a grandes rasgos como la forma de organizar los planos o imágenes de un film que contemplan ritmo y duración, una etapa cinematográfica que responde a un proceso creativo al fraccionar los planos o tomas. Para ello, es que es necesario contemplar de lo que hemos hablado anteriormente, en planos generales:

Cine (movimiento):   Ritmo y tiempo.
Montaje:   Organización/Fragmentación de la imagen (Visual y Sonora).

Parece poco hasta ahora lo que hemos concebido en nuestro análisis, pero espero pueda ser un poco más claro el porqué.

El mismo montaje se divide en distintas formas de organización que se ramifica según las intenciones de cada film. Por ejemplo, en la imagen visual podemos distinguir dos aristas generales como son el montaje narrativo y el montaje expresivo.

El montaje narrativo, aquel que se organiza de una forma lineal en función de querer transmitir una historia regularmente de principio a fin en una evolución cronológica.
El montaje expresivo, plantea su organización no lineal, busca, justamente, provocar sensaciones a través de los cortes y planos, y no necesariamente una historia, sino algo más conceptual.

Con estos dos tipos de montaje, en general, podemos sentarnos como espectadores y tratar de identificar qué tipo de montaje visual se está manejando en el film de este fin de semana. No he mencionado aún la importancia del montaje sonoro en cualquiera de estos tipos de montaje. Además iremos bifurcándonos en los diversos modos de montar las imágenes en el espectador. 



[1] Con el descubrimiento de la fotografía y el Daguerrotipo, la representación del mundo se convierte en más precisa y en menos tiempo. Esto hizo que la pintura se reinventara al salir de os estudio y dejar de hacer representaciones realistas experimentando cada vez más en la abstracción debido a su liberación.
[2] Extracto del manifiesto firmado por S. Einseinstein, V. Pudovkin y G. Alexandrov, publicado en Leningrado, Agosto de 1928. Tratado del ruso al inglés: Film Form, Meridian Books, Nueva York, 1957, p. 257.

jueves, 28 de enero de 2016

Diego Piñón: Butoh Ritual Mexicano


Tuvimos la oportunidad de charlar con Diego Piñón: primer invitado de la Muestra Internacional de Butoh y Expresiones Contemporáneas de este año. Nos contó un poco de su trayectoria, de la historia del butoh como medio expresivo, y de la convergencia que tienen este medio (que él utiliza como terapia) con la presentación en un escenario (como lo que hará el viernes en el Foro LARVA).



Danza Butoh: una de las muchas cicatrices que cerraron de las heridas que dejó la Segunda Guerra Mundial.

Atroces las bombas, 
destrozado el espíritu. 
Reclamo a rebelión.


Como ave fénix que renace de las cenizas, la única manera de sobrevivir a una catástrofe como el bombardeo atómico, era la mera celebración de la vida. Que en un contexto como ese se vuelve una rebelión; una determinación y un duelo contra el sometimiento que la muerte pretende sombrear en la sociedad.

La danza butoh surge en esa etapa de la posguerra: como el espíritu mismo rebelándose a la muerte que lo rodea. No buscando ser arte, sino que lo fue por añadidura: más bien era un grito de supervivencia.


Las raíces japonesas de Butoh:

Bu.    Movimiento, danza.

Toh.       Fuerza, llamado.

Surge antes de los años 1950's, y tiene olas, reproducciones y re formulaciones: en los 80's, en los 90's, en el 2000 y ahora, en 2016 estamos viviendo la cuarta ola del movimiento, dice Diego Piñón, mexicano desmembrado entre tantos aprendizajes y experiencias en diferentes puntos del globo. En Japón (con el mismo iniciador del movimiento, Kazuo Ohno), en Canadá (donde ha impartido talleres), y Estados Unidos (donde actualmente trabaja la mayor parte de su tiempo).


Es un llamado de rebeldía, un rechazo a ser sometido por la cultura occidental. Ahora se traduce en no someterse a ninguna oscuridad que traigamos dentro.



Tanto en sus primeras interpretaciones como en las representaciones actuales, Diego Piñón cree que es un despojo de la cultura propia: cultura o cualquier ideología que se es impuesta por un sistema externo. No una ideología orgánica ni esencial del ser humano, sino una creación de siglos de convivencia y creación de normas y divisiones. 

Se despoja de este pasado, para expresarse completamente: naturalmente.


Si realmente expresáramos todo lo que pensamos, lo que sentimos, lo que nos pasa; nunca pararíamos de expresarnos. Como los niños, que no tienen filtros.

Por ese proceso pasa la danza que termina en el butoh: de la historia (el origen), a la interpretación personal, y después a la recreación. Que este último ya NO es butoh. El butoh fue ese momento, esa fuerza auténtica de quien no quiere morir, de quien -con su poca energía- expresa su dolor con los ojos, con un gemido, con un dedo levantado...


La oscuridad emerge para ser conquistada. 
Oscuridad traducida en miedo, soledad, ira...

El arte representa un daño colateral: algo que surgió mientras estaba buscando algo más allá.

Diego Piñón explica que, como los más grandes artistas, no se debería buscar hacer arte, sino que éste -casi inevitablemente- surgirá de la introspección: de la comunicación que está teniendo con algo muy íntimo dentro de él.



Repetidamente se encuentra en una contradicción con él mismo cuando le solicitan presentarse en un escenario, "Yo no tengo nada importante que decir", dice calmado, pero entonces acude al ritual como convocatoria grupal. A crear algo en el aquí y el ahora, con el público de esa noche, con los movimientos de esa noche, con las luces, la música: la energía.

Diego define ritual de una manera muy sencilla y alcanzable. Lo define como entregarse a ese momento, a esa actividad. Lo define como hacer algo con todos los sentidos, poniendo una intención.

Entonces aquello que se hace completo, con entrega y enfoque, es algo sagrado.



Descalzo.

Apasionado.

Diego baila con todo el cuerpo:
bala con los pies, con las rodillas, 
la cadera, con los hombros, 

cada poro,

baila con sus palabras mientras responde.







Diego Piñón presentará 'Buscando la Huella Amorosa' el viernes 29 de enero en el Foro LARVA.

En este acto, buscará enfrentar y romper dos grantes arquetipos en la cultura mexicana: el macho y la sumisa.

Diego ha estado trabajando con un grupo de más de 20 personas en un taller de Butoh: donde se ha aprendido más de esta técnica de introspección, de silencio.

El taller comenzó el lunes 25 de enero, y terminará el sábado 30.















Agradecemos enormemente a Diego Piñón por habernos otorgado una charla tan rica, a la Muestra de Butoh y a la compañía de danza, ANZAR, por haberlo hecho posible.




lunes, 25 de enero de 2016

Festival de Cine Francés En Línea

La sexta edición de My French Film Festival (MFFF) llega ¡gratis! a México. Con diez largometrajes y diez cortometrajes en competencia, el festival online abre las puertas a la cultura francófona (con alguna participación belga y canadiense) desde la comodidad de un ordenador.




MyFrenchFilmFestival.com 
es la manera de conectar a toda una generación de cineastas franceses y sus creaciones a la comunidad digital mundial.

Aprovechando la era digital en la que vivimos, podremos ser parte del festival de cine a través de nuestras computadoras.

No, no todos los años podremos gozar de ver las películas de selección de manera gratuita. Cada edición se seleccionan distintos territorios que tendrán este privilegio. Y este año, México está entre ellos; junto con todo Latinoamérica, la India, Polonia, Rusia, Africa, y Rumanía.

Dentro de los -ya mencionados- diez largometrajes y diez cortometrajes, el público digital podrá votar y dejar comentarios en cada producción: al igual que compartirlos.


La selección está compuesta de películas francesas, pero también de dos cintas belgas (dentro del concurso) y dos cintas canadienses francófonas (fuera del concurso)

Premios:

Habrán tres categorías en los premios:
  • El Premio Chopard, los cineastas internacionales y expertos miembros de el jurado decidirán
  • El Premio del Público, saldrá del recuento de votos por parte del público digital (sí, de ti)
  • El Premio de la Prensa, periodistas especialistas de todo el mundo lo decidirán

Entre más reconocimientos, las cintas ganadoras serán parte de las películas que se muestren a bordo de los aviones de Air France durante seis meses: a partir de julio de 2016.


La Pedagogía del cine:

Entre los beneficios del cine (ja!, más?), la Alianza Francesa y otros expertos en la pedagogía del lenguaje, utilizarán este medio para el avance de la comprensión del idioma francés. Por lo que recomiendan unas cuantas cintas para este propósito (pícales, para verlas):





myFrenchFilmFestival - 6th edition - official trailer from Unifrance Films on Vimeo.

jueves, 21 de enero de 2016

Co-in(c/s)idir-me

Crónicas Peatonales
Columnista: Ricardo Robles

Aquí no hay rastro ni horizonte
sólo hay azar y vértigo.
Cruces
tropiezos
existencias flotantes
apenas una fracción de segundo
 para olvidar un rostro.
 (Leer la historia de muchos años
 en el breve intervalo
 de una mirada.” 
 Edgar Alan Poe) 

 Luigi Amara 

Hora: 14:41 
Lugar: A dos cuadras del café donde me acostumbro sentar a trabajar 
Cargando: Mochila llena 

Estimaba para ese martes pasar una rica tarde de revisar correos y editar fotos. Cuando bajaba por Av. México me saboreaba mi expreso americano hirviendo, incluso estaba dispuesto a pagar por uno de esos panquesitos carísimos. Llevaba muy buen tiempo y a buena hora. Viento a babor, y mi Magistronni roja, media carrera, modelo 1991, trabajando parejito. Cero rechinidos y frenos recién ajustados. Fluía bien, manejo limpio; a buen ritmo, fluido; determinado, seguro. 

Doy vuelta en Chapultepec. Termina Catch Me (del disco Pheromones de los extintos Animal Alpha) Tengo la sensación de llegar a tierra, lo que queda es irse con el vuelito poco a poco hasta llegar. Me relajo. Soy dueño de mi trayecto. Chapu siempre es muy transitada, pero tranquila. El transporte no motorizado es la cosa más común aquí: bicicletas, gente a pie, patinetas, patines, monociclos. Comienza Les Jours Tristes (del Le Fabuleux Destin d’Amélie Poulain, de Yan Tiersenn). Me da risa. Me siento bien. Pienso que estoy haciendo algo demasiado hípster, que la supuesta sensibilidad de los hípsters no es más que la repetición obstinada de las mañas de Amélie. Con toda su fotografía y su asociación libre: del tianguis a París y de ahí al recuerdo de la niñez, luego a la fantasía adolescente casi olvidada; de la mosca a los granos de café, a la tetera, a mi nombre escrito en la manga de corrugado para mi bebida. Hago geta. Reniego: quiero decir que yo la vi primero, que yo me enamoré de ella primero, que después de ella no me sentí solo en mis manías, mis perversiones. Que vi –o imagino que veo– la vida de forma distinta, de manera particular. Que después de ella me así de mi camarita para grabar algo de mi subjetividad y mezclarla de palabras entrelíneas. Se me vienen un montón de imágenes y la sensación de flotar que dan cualquier película con música instrumental y bicicletas. El semáforo está en amarillo. Calculo que para cuando llegue a la esquina se habrá puesto el rojo. Ya no hago por pedalear. Veo media cabeza. Quiero decir algo, pienso que mejor debo gritar. El eeit se me quedó pegado en el paladar. Jalo hasta arriba los frenos y volanteo. Impacto. Floto. Voy de cabeza. Caigo casi de espaldas. Quedo tendido en la calle. Me quejo. Volteo a mi izquierda. Un niño me mira tendido en la calle como yo. Me doy cuenta de que he atropellado a un niño, un niño de unos diez años. Me pregunto de donde salió con el ceño fruncido. El niño con la misma cara en el pavimento me pregunta si estoy bien. Digo que sí. ¿Tú? Pregunto. , contesta. Un hombre me ayuda a levantarme, doy un paso atrás y jalo mi bicicleta. El niño se sube a la banqueta. Mi bici parece un Dalí: las ruedas no giran y dejo la marca de las llantas en la banqueta. Me lamento. A mi lado está el niño con una mano en la cabeza. Me quito el casco. No quiero ver al niño. Lo veo. Miro sus zapatos ortopédicos, su uniforme escolar. Huele a primaria. No le veo heridas, no hay descalabrada, está de pie. Agradezco al tipo que me ayudó. El niño ya no está. Me quedo en la esquina mirando a mis pies, sin moverme miro la bicicleta. La pateo. Me duele la pierna. Mi pantalón está roto a la altura de la rodilla. Me siento embotado. Me echo la bicicleta a la espalda y comienzo a caminar. Pasa una compañera de trabajo en su coche y me saluda muy contenta. Respondo el saludo. Me pesa demasiado, me duele la pierna, la cabeza. Cojeo. Bajo la bicicleta y la vuelvo a patear con el mismo coraje pero ahora con decepción. En el poste de luz frente al café, la encadené. Me metí al café. Pedí lo de siempre. Me senté, saqué la computadora; encendió. Me pasé un paracetamol de 500mg con el primer trago de café, con eso me quité los dolores de las primeras horas. Hice el recuento de los daños: me revisé brazos, piernas, me tocaba la cara. Me pregunto qué fue lo que pasó. Me respondo: Acabo de atropellar a un niño y mi bici está destruida. 

¿A dónde fue el niño? ¿Dónde estaba su mamá? Estaba muy molesto con ese niño. Recordé que mi molestia empezó desde que vi su cabeza, desde que no pude ni frenar ni decir pío. Pero no le dije nada, una compasión extraña me envolvió y mis pensamientos se dirigieron a otros lados. El niño estaba tan calmado y tan sorprendido porque no me vio, no esperaba mi golpe. Creo que ese niño era yo mismo. Me atropellé a mí mismo. Repasé en mi cabeza: sus zapatos ortopédicos, su uniforme escolar, su su olor a primaria era el aroma de mi primaria. Soy mi yo del futuro para ese niño y ese niño es mi yo del pasado. La línea fugaz del presente unió ambos tiempos para que fuese yo mismo quien me atropellara (y no un automóvil), para que no arremetiera contra mi propia estupidez. Ese era yo: pidiendo disculpas, no queriendo dar molestias, avergonzado; yo caminando despreocupado, mirando siempre en dirección equivocada, hundido en mis pensamientos. Yo, reflexionando la nimiedad, inocentemente queriendo doblar las leyes, construyendo explicaciones en la magia y la fantasía. 



A los diez días mi bici desapareció de aquel poste en donde la encadené. La dejé morir lentamente. Al pasar por ahí, ni la quería voltear a ver. No tenía manera de llevarla hasta mi casa, imposible cargarla hasta allá. No se me ocurrió pedir ayuda. Aunque la hubiera llevado al taller, no tenía dinero para repararla. La odié hasta que pude ver en ella el vehículo mágico que me hiciera posible coincidir.


martes, 19 de enero de 2016

The Revenant: El Renacido

La Obra Maestra de Alejandro González Iñárritu.
La Pieza de Arte de Emmanuel el Chivo Lubezki.
La Actuación Estelar de Leonardo DiCaprio.



Tantas formas de referirse a esta película magistral, que combina la fortaleza humana con la imponencia de la Madre Naturaleza.

Al parecer la película se define por estos tres personajes. Tres hombres que han demostrado a lo largo de su trayectoria en el cine que están hechos para crear lo inimaginable, en pro o en contra de la corriente.

The Revenant relata la conmovedora historia de un hombre cuyo corazón es extirpado -figurativamente-, y que se encuentra frente a la decisión de comenzar la travesía que tiene por delante: silenciosa y oscura. Sin embargo, Hugh Glass tiene más que un rayo de luz para iluminar su camino: el amor que ha vivido con los aborígenes, el mismo amor que le dio un hijo mestizo y una conexión profunda con la tierra que pisa, lo guiará a través de su búsqueda de venganza.



Cuando vi el tráiler, debo admitir que pensé que revelaba mucho, que develaba las claves de la historia: la lucha con el oso, el asesinato del hijo, y la aventura recorriendo la tundra de la América de 1820's. Pero el relato en la película es de kilómetros más en profundidad. Los trasfondos de los personajes, la humanidad que los constituyen -tanto a nativos como a extranjeros- claman por empatía y por un testimonio del público, que forma parte de la historia desde la primera escena.



La primera y la última escena son muy fuertes. La primera, colocando al espectador violentamente in situ. Desde ese momento, el manejo de cámara es muy cercano a lo que sucede en la historia, y en esta primera escena, las imágenes son altamente sostenidas por el ruido natural que causa la ubicación. Como estando ahí, el sonido ensordecedor de la naturaleza cubre todos los sentidos.

La última escena, cerrando la historia con toda la fuerza que se vivió en ella, encontrándonos ya no fuera de Hugh Glass, sino muy dentro, donde sentimos que lo conocemos, que lo entendemos. Una última escena que deja vibrando la tierra, al paso de una manada de bisontes. Una última escena que hace que descanse nuestro corazón después del arrebato al que lo llevó el filme.


La Obra Maestra de Alejandro González Iñárritu.


Lo dijo el elenco, lo dijeron publicaciones alrededor del Globo, y se siente en el tuétano durante toda la pieza: No veremos algo así en mucho tiempo. The Revenant es algo muy diferente al cine que conocemos. 

Desde la manera de contar la historia, como una leyenda épica; hasta el toque humano del director de Amores Perros, The Revenant se tambalea entre lo común y lo grandioso del humano; entre la vulnerabilidad de una persona frente a la naturaleza y la valentía que da el Amor a un cuerpo así de escueto, así de herido.

Iñárritu ha descrito The Revenant como la pendiente más vertical que ha escalado en su carrera, haciendo parte de su doloroso viaje a su elenco. Por ejemplo, insistió en que la película fuera grabada cronológicamente, para que los actores tuvieran una conexión más profunda con los viajes de sus personajes.

Esperemos que ésta no sea la Obra Maestra del "Negro", esperemos que siga ascendiendo en su manera de contar historias, de dirigirlas y de hacerlas parte de nuestra vida; porque, maldita sea, necesitamos más del cine de Iñárritu.


La Pieza de Arte de Emmanuel el Chivo Lubezki.



Sí, Lubezki.


Es ya un deleite seguir al fotógrafo en su cuenta de Instagram, pero ver una película desde su lente es un verdadero privilegio.

Se reconoce ya al Chivo por su manía en usar sólo luz natural, que no hizo una excepción con The Revenant. A causa de esto, el elenco tuvo sólo hora y media para grabar al día. Sí, hora y media (no fue una novedad que le llamaran "la hora mágica"). Toda la película es grabada con sólo luz natural, lo que le añade esta magia a los ya hermosos paisajes de las cadenas montañosas de Canadá y Argentina.

El trabajo de Lubezki es verdaderamente abrumador. El manejo de cámaras no le dan oportunidad al espectador de no estar en la historia. Son tan íntimas las tomas, y tan naturales, que se sienten como la reacción del ojo humano: el impulso de seguir algo con la mirada, el flujo de una conversación sin cortes, la contemplación de lo bello de la naturaleza. La lista se alarga.

La Actuación Estelar de Leonardo DiCaprio.


Ya le queremos dar el Oscar a DiCaprio. Y esque no es sólo la expectativa mediática que sufre la injusticia frente a tan buen actor. Pero en The Revenant Leo nos muestra su lado más emocional: su lado más humano y más valiente.

Gran parte del filme el actor lo pasa en silencio, transmitiendo todo con miradas, con gemidos, con micro movimientos de su cuerpo. Y se siente esa actuación que ya no es actuación, que es dolor, que es furia, que es coraje y sobre todo, que es amor.

Leonardo DiCaprio entrega su alma frente a la cámara, su mirada, sus recuerdos... Su compromiso. 

El actor se comprometió completamente al proyecto, estando al borde de la hipotermia en prácticamente todas sus tomas en las aguas heladas de las Montañas Rocosas (que son MUCHAS), comiendo hígado de bisonte para tener una reacción más "natural", y hasta durmiendo dentro del cadáver de un oso.

En pocas palabras, participación del actor en la Obra de Iñárritu es determinante para la carga emocional que derrama de la pantalla.








The Revenant se estrenará en cines mexicanos el viernes 22 de enero.




lunes, 18 de enero de 2016

Un año de circo, música, teatro y mucha diversión: ¡Gracias Foro Periplo!

Para celebrar el Primer Aniversario de Foro Periplo, lo mejor de las artes escénicas del año se reunió en la pequeña caja negra del lugar.



Con llenos completos y listas de espera, cada noche del aniversario recibió con los brazos abiertos a los interesados en la escena cultural de Guadalajara. Más de 500 personas en total ocuparon los lugares en el foro y en el Café Pícaro. 

La primer noche se llevó a cabo la lectura dramatizada de Las Listas, misma que había tenido lugar en diciembre dentro del marco de la FIL. Dentro de la inauguración también se presentó un conjunto de fotos expuestas en las paredes del foro. Las fotografías eran todas de eventos presentados en el lugar, o tomadas en alguno de las ediciones del Festival Internacional de Circo PERIPLO.

Para la noche del viernes 15, el lobby y café estaban ya llenos, con gente también en la banqueta y calle. Todos esperando el inicio de la función de Puercoespín, obra que ganó en la primera Muestra de Teatro de la ciudad y que se ha presentado innumerables veces ya en teatros y foros de Guadalajara.

Puercoespín es única, desde su diferente escenografía -compuesta de un carrusel oxidado y decadente-, hasta el reparto de los actores -adultos jóvenes y mayores que dicen a gritos las carencias de un alma solitaria-.

Siempre en sus batas de hospital, los personajes vivían ensimismados en sus problemas, mirándose al espejo, viéndose huecos y transparentes, cada vez más viejos y solos. Tan abrumador e insignificante como ahogarse en un vaso de agua: no eran capaces de levantar la vista y mirarse: mirarse de una forma compasiva y cariñosa, como quienes se miran y se dicen todo, como quienes no son alguien hasta que ese par de ojos voltean a verlo.


Almas tan solas y desgastadas ya por el tiempo, que son rígidas frente al cariño, no ceden ante quien busca curarlo. 


Como puercoespines: por el frío se acercan entre ellos, pero al encontrarse juntos se pican y se hacen daño. Un círculo eterno.

Como evento estelar del festejo de aniversario, Foro Periplo nos mostró lo que lo diferencia de los demás: una prueba de su mero mole. La Noche de Circo presentó siete números de circo y acrobacias: que mezcló artes aéreas como la cuerda lisa (Ed Lafarga) aro aéreo (compañía NMOR), straps (compañía NMOR), acrobacia aérea (Cirko Alebrije). Todos estos con acrobacias de piso y malabares.



Entre las actuaciones, Bravísimo presentó números de equilibrio, malabares, clown y hasta canto. Como buenos anfitriones, los dos integrantes de la compañía de clown hicieron llorar de risa a los asistentes, que estaban apretados los unos a otros sobre las gradas y sillas, haciendo espacio entre pasillos para que ellos pudieran pasar.

Con mucha alegría pasaron los números, a desarrollarse y hacer magia frente a los ojos de los asistentes: siempre ávidos de sorprenderse de las maravillas que se pueden hacer con el cuerpo humano.

Así finalizó la Noche de Circo, en la que Foro Periplo nos recalcó su misión en Guadalajara: el apoyo a los artistas emergentes que tienen todo que ofrecer: compromiso, pasión, enamoramiento y mucha risa.


Sombra Emergente felicita a Foro Periplo con mucho cariño, por un año de trabajo arduo en pro de la experiencia del arte.